Si la ruta de la seda pasa por Asia, la ruta de la lana pasa por algunos de mis destinos viajeros favoritos. Os cuento.. Ya estoy de vuelta. Como buena woolhunter, estas vacaciones he ido a Eslovaquia. Buscaba lanas y también inspiración para los próximos talleres de Lalanalú.
Primera parada de la ruta de la lana: Bratislava. Si visitáis la capital eslovaca, os recomiendo pasar por Vlna na predaj. Esta tienda tan singular se encuentra en el centro de la ciudad. La reconoceréis por un ovillo gigante colgado en la puerta. Es el sÃmbolo internacional para las que, como yo, seas las adictas a la lana. Allà encontraréis a Paulina, su dueña, y a Lenka su dependienta. Hablan un inglés perfecto y os atenderán de maravilla. Salà de la tienda de cargada con cinco ovillos y con las agujas a punto. SÃ, aunque mi trabajo/amor sea Lalanalú también me gusta comprar material cuando vale verdaderamente la pena.
Con mi bolsa de labores llena, me fui a pasar unos dÃas a Smizany, la segunda parada de la ruta lalanalunera. Al pie del parque natural Slovenský Raj, vive parte de mi familia. Es un lugar muy especial para mÃ. Pude ver rebaños de ovejas paciendo, mientras practicaba uno de mis deportes favoritos: tejer como si no hubiera un mañana. Asà somos las adictas a la lana.
Tercera parada: Milán, la capital europea de la moda. En este caso, no me hizo falta visitar tiendas porque la lana vino a mÃ. Las calles estaban decoradas con ovillos enormes para celebrar «The Camping for the Wool». Todo un espectáculo.
Entre ovillo.y ovillo he estado tejiendo, preparando patrones e investigando nuevas técnicas tejeriles… Si os gustó la trenza eslovaca, preparaos para la nueva temporada: de Eslovaquia ha llegado un avión cargado de ideas lalanaluneras. ¿Agujas preparadas?
Eva