Si tienes hijos, sobrinos o vecinos, habrás oído hablar de los spinners. Son esos pequeños juguetes que giran. Cuentan que son antiestrés. Son casi tan adictivos como la última gran marca que ha llegado a Lalanalú. Se llama WYS West Yorkshire Spinners. Las lanas de esta firma son famosas en todo el mundo por su calidad y suavidad. ¿Cómo se puede conseguir algo así? Pues eligiendo las ovejas de las mejores razas del condado inglés de Yorkshire para hilar sus lanas. En cuanto las conozcas, tú tampoco podrás resistirte. A nosotras nos han enamorado las calidades de Signature 4ply Cocktail y The Croft: las más lalanaluneras de la casa.
Si lo tuyo es tejer calcetines, caerás a los pies de Signature 4ply Cocktail. Es una lana self stripped, diseñada para que obtengas rayas idénticas al tejer un mismo par de calcetines. Solo tienes que dividir el ovillo en dos bolitas del mismo tamaño, que empiecen por el mismo color. Una madeja de 100 g es suficiente para tejer un par.
La colección Cockatil es casi una invitación a brindar por los colores. Su nombre se inspira en las mezclas de 6 cócteles. Signature es como un buen cóctel de bienvenida. Prepárate para la mezcla que más te apetezca: Mojito, Tequila Sunrise, Pink Flamingo, Rum Paradise, Blue Lagoon y da rienda suelta a tu pasión por la lana. Relájate y teje con dos o cinco agujas, rectas o circulares. Al gusto.
Relájate mientras te contamos de dónde vienen las madejas The Croft. Son fruto de una colaboración entre West Yorkshire Spinners y los productores de lana Shetland Jamieson & Smith. Es 100% lana de las islas Shetland, de grosor DK, suave y cálida, ideal para tejer proyectos de otoño e invierno. Déjate llevar por el print de efecto jaspeado, con un punto tweed, inspirado en los paisajes isleños. Con una o dos madejas podrás tejer cuellos, gorros, mitones, calentadores y lo que te dé la lana.
Esta temporada, desestrésate con West Yorkshire Spinners. Te esperamos en la tienda-taller para tocar y apreciar la suavidad de sus madejas. Y también puedes visitar nuestra tienda online para elegir tu color preferido. Comprobarás que esta marca crea verdadera adicción.
Tenemos debilidad por las lanas teñidas a mano. Son el resultado de un proceso que requiere sabiduría, paciencia, ingenio y color. Apreciamos el trabajo y creatividad que supone este I+D del mundo las lanas. Si tú también eres de las que sucumbes ante los colores y el DIY, seguro que te gustará experimentar en casa. Vamos a darte unos trucos lalanaluneros para animarte. Como los mejores consejos suelen venir de grandes expertas, hemos entrevistado a Teresa de Ovejita Be! y a Laia de Sóc una Troca.
Primero, te contaremos algunas de las cosas que hemos aprendido a través de nuestra experiencia lalanalunera…
Antes de lanzarte a teñir lanas como una loca, tendrás que tener en cuenta la composición y los tipos de fibra y colorantes con los que vas a trabajar.
Composición: No todas las fibras tiñen por igual. Un hilo con mezcla de fibras puede adquirir distintos tonos. Lo primero que debes tener en cuenta es la composición del hilo que utilizarás. Para ir sobre seguro, lo ideal es empezar con uno que sea 100%.
Tipo de fibra: Como cada fibra requiere de una técnica de teñido es básico identificar la fibra que tienes entre manos. No es lo mismo teñir una lana que una seda o un algodón. Existen dos categorías de fibras según su origen: animal o vegetal. La de celulosa procede de plantas como el algodón, el cáñamo, lino, etc. y la de proteína puede ser de mohair, lana, cachemira, alpaca, camello o seda.
Tintes: Tienes la posibilidad de teñir con tintes químicos y naturales, aunque nosotras preferimos estos últimos. Naturalmente. La fibra de celulosa necesita colorantes solubles que se fijan mediante la exposición al sol o el oxígeno. Las fibras de proteína, en cambio, requieren algún tipo de fijador para absorber el colorante.
Los tintes naturales se extraen de minerales, plantas o animales invertebrados. Por lo general, destiñen más fácilmente con los lavados y su exposición al sol. Para teñir con colorante alimentario, te recomendamos lana 100%. Es más fácil empezar con colorantes líquidos, como los de Dr. Otker. Para fijar el color, sólo necesitas añadir un poco de vinagre y calentar la solución unos minutitos en el microondas.
Ahora dejemos que algunas expertas de esta técnica nos cuenten sus truquillos.
¿Cuál es el material más curioso con el que habéis teñido lanas?
Teresa de Ovejita Be! (T) – En las primeras pruebas que hice antes de ponerme en serio utilicé colorantes alimentarios, los que se utilizan para teñir el fondant o la masa de un bizcocho. Es una buena manera de experimentar.
Laia de Sóc una troca (L) – El más curioso es la rapa del vino (el sobrante después de prensar las uvas para hacer vino). Un material que siempre me sorprende, porque me parece absolutamente mágico, es el índigo. Es uno de los tintes más antiguos que se conocen. Tiene un proceso complicado, hay que controlar muy bien las temperaturas, el pH del agua, los tiempos… Y cuando la lana sale del agua es amarilla, hasta que se oxigena y ¡se convierte en azul! Otra de sus curiosidades es que la planta del índigo tiene propiedades antisépticas. Por eso algunas culturas lo utilizaban como pintura de guerra (¿recordáis Braveheart?). Por la misma razón se teñían los pantalones de trabajo, para que los accidentes fueran «menos peores”. El azul de nuestros tejanos debe su color al tradicional índigo.
¿Cuánto tiempo tardáis en teñir una madeja de Sock & Roll? ¿Cuál es vuestro color preferido?
T – No puedo precisar el tiempo exacto, pero para que una tintada esté lista necesito en total unos dos días: desde que las madejas se ponen en remojo hasta que están completamente secas. Mi color preferido es el turquesa, así que todo lo que se acerque a este tono me encanta. «Mar el poder del mar» es uno de mis favoritos.
L – Pues depende. Hay algunas en las que sencillamente mezclo el color, caliento el agua y pongo la lana. En cambio, hay otras para los que hago dos, tres o ¡cuatro baños de color distintos! Y en cuanto a mi color preferido… Es como preguntar a una madre ¡cuál es su hijo preferido! Desde que trabajo con color, ¡creo que me gustan todos!
¿Alguna vez hicisteis alguna combinación de color que salió mal?
T– Sí, uno de los primeros tintes negros que utilicé empezó a moverse hacia el resto de colores. La madeja quedó de un marrón bastante feo.
L– Bufff, si solamente fuera alguna vez… Pero la gran ventaja es que se puede teñir encima de cualquier color, ¡hasta llegar a negro!
¿Tenéis alguna anécdota relacionada con los tintes (químicos o naturales) o hilado que podáis contarnos?
T – Ahora mismo no se me ocurre ninguna. Si me viene a la cabeza os la digo en otro momento.
L – Cuando expongo mis lanas en las ferias es fascinante ver las reacciones de la gente. El color llama la atención de niños y adultos. Hay mucha gente que no le quita los ojos de encima. Incluso algunas personas no pueden resistir la tentación de acercarse y tocarlas. Todavía llama más la atención si llevo la rueca… Todo el mundo reconoce el proceso de hilado, pero la mayoría nunca lo ha visto.
Estamos convencidas de que después de conocer algo más el proceso del tinte, te dan ganas de ponerte a teñir en casa. Ya sabes lo que dice el refrán, cuando veas las madejas de tu vecino tintar, pon las tuyas a remojar. ¿Preparada? Si te animas, nos encantará saber cómo fue la experiencia lalanalunera.
La diva de las fibras ya está en Lalanalú. Si hace unas semanas recibíamos a la reina del crochet, ahora acaba de llegar una fibra triunfadora: CamWool de Rosários 4. Es una mezcla única de pelo de camello bebé y lana merino extra fina.
Hace ya tiempo que en Lalanalú queríamos tener fibra de camello bebé. Es tan cálida como la alpaca, pero fina como la cachemira. Esta fibra premium se obtiene de hilar el pelo que cae de las crías durante las semanas de muda. Suele mezclarse con otras fibras porque es muy escasa y costosa. Por eso, su composición contiene un 80% de merino extra fino, la estrella de las lanas.
Para celebrar su llegada como se merece, hemos llegado a un acuerdo muy especial con nuestros proveedores y amigos de Rosários 4. Vamos a compartir contigo un patrón por amor a la lana. Te invitamos a tejer este chal de color rojo teja para disfrutar del otoño a todo ganchillo. Lo hemos traducido al castellano porque queremos que conozcas todas las fibras y calidades. Así, podrás elegir la que te dé la lana.
Este chal es ideal para darle al ganchillo y practicar algunos de los puntos que te hemos enseñado: garbanzo, trenza y picot. Es una combinación perfecta para aprender a crear texturas y dar volumen a tus proyectos. Este nuevo reto lalanalunero te ayudará a seguir avanzando punto a punto. Además, podrás adaptarlo a lanas light fingering y tejer tantos chales como te dé la lana.
Noticias lalanaluneras: Misako Mimoko impartirá no uno, sino 2 workshops de bordado en Lalanalú durante el mes de noviembre. Nuestra emoción es doble porque somos muy-muy fans de las creaciones de Eva Monleón. Es la enfant terrible del craft, ella siempre hace lo que le da la lana.
Eva es una artista muy polifacética: diseñadora gráfica, crafter, bordadora, amante de los juguetes vintage y del té. Si eres una crafty, seguro que ya conoces sus muñecos Dolis y Dolos. Te habrás enamorado alguna vez de sus tote bags customizadas. Habrás caído rendida ante sus relojes de mentira. Y tendrás clavados en tus retinas sus calendarios anuales de pared. Porque Misako Mimoko imprime un estilo muy lalanalunero a todas sus creaciones.
Su amor por el craft, el DIY y sus ganas de experimentar nuevas técnicas la han llevado muy lejos. Da cursos de bordado, comparte tutoriales en su blog por amor a la lana, colabora en la revista digital Handmade Charlotte, crea kits DIY para customizar prendas y ha publicado la guía básica del bordado: La hora del té.
Tanto si tú también eres doblemente fan como si no la conoces, no te puedes perder los talleres que ha preparado para Lalanalú:
Workshop Bordado XXL. El viernes, 10 de noviembre, de 17 a 20 h, Misako Mimoko impartirá un monográfico sobre un nuevo tipo de bordado con mucho volumen para personalizar tus prendas. En el taller, bordaremos un osito polar. Aunque con la misma técnica también se pueden crear palabras, flores y otras figuras con texturas. Probaremos fibras de distintos grosores, texturas y colores, y crearemos hilos lalanaluneros para bordar las labores.
Worskhop Bordado con lanas y fibras naturales. El sábado, 25 de noviembre, de 11 a 14 h Misako Mimoko dará un taller para enseñarnos a bordar puntos creativos muy divertidos para crear distintos grosores y texturas. Podrás aplicarlos para personalizar prendas y complementos o utilizarlos en tus bordados tradicionales en tela con bastidor.
Cada taller, de 3 horas de clase, cuesta 40 €. Incluye el tutorial impreso con los gráficos de todos los puntos de bordado del workshop, agujas, bastidor, hilos de diversos colores y grosores y lanas artesanales Tea Time de Ovejita Be! y Sock de Sóc una Troca!!!
Reserva hoy mismo tu plaza. Tanto si eres fan del bordado y quieres probar a hacerlo a lo grande como si te apetece descubrir nuevos puntos lalanaluneros, te encantarán estos dos talleres. La creatividad de Eva Monleón no tiene límites y sus workshops, tampoco. Verás cómo lo borda mientras hace lo que le da la lana.
La isla peruana de Taquile quizá no sea un paraíso, pero se le parece. Te contamos el motivo en un tirar de hebra. Casi toda su población se dedica a tejer prendas y complementos de colores vivos y alegres. Más cosas que quizás no sepas… Muchas de las piezas están tejidas sólo por hombres. Los más de 2.000 habitantes se rigen por el código moral inca «Ama sua, ama llulla, ama quella», que significa: no robarás, no mentirás y no serás perezoso. Y ya se sabe que tejer y tener pereza no tienen nada que ver. Para esta comunidad, tejer es mucho más que una forma de subsistencia, es una visión del mundo.
Los taquileños han heredado el sistema social de las culturas precolombinas, basado en la toma de decisiones y el trabajo colectivos. Hombres, mujeres y niños se dedican a tejer, pero cada uno se especializa en el proceso y la confección de distintas prendas. Desde párvulos, juegan con las ruecas para aprender a hilar y a preparar la lana para las personas mayores.
Los niños se inician en el punto a los ocho años hasta crear piezas como el clásico chullo, un gorro con orejeras tejido a cinco agujas (o palitos). Antes se fabricaban con espinas de cactus. Actualmente se construyen con rayos de rueda de bicicleta doblados por las puntas. Aunque cada joven desarrolla sus propios patrones, todos siguen el mismo código cromático, ya que los colores se corresponden con el estado civil o el estatus social de quien lo lleva. No sabemos cómo resultará en el lago Titicaca pero podría ser ideal, por ejemplo, para situarse en una disco. Los casados usan el rojo, los solteros combinan el blanco y el rojo, los que buscan pareja utilizan la posición de la punta del chullo como señal. Además del punto, los hombres se especializan en el telar de pedal de la época colonial para tejer bayetas, es el tejido base de pantalones, chalecos, chompas, chalinas y faldas (o polleras).
¿Y qué hacen las mujeres? Te lo estarás preguntando. Pues ellas suelen encargarse de preparar e hilar las fibras de lana de oveja, llama y alpaca. Las taquileñas también tejen, aunque sólo utilizan la awana, un telar horizontal precolombino. Para ajustar los hilos, usan un hueso afilado de llama (wichuña). Dicen que “guarda los conocimientos secretos”, así que nos encantaría probarlo. De esa forma, crean tejidos lisos y bicolor con la faz de urdimbre, que consiste en programar todo el tejido en el momento de preparar los hilos. A los doce años, las niñas ya dominan las técnicas básicas para tejer fajas (chumpi), mantas (llicllas) y bolsitas para guardar hojas de coca (chuspas). Los chumpis son una prenda común a todos los taquileños. Todas tienen unos nombres que nos llaman muchísimo la atención, pero la prenda más peculiar es la faja-calendario. Es la que recoge la tradición oral y la más simbólica. En ella se representan los ciclos anuales relacionados con las actividades rituales y agrícolas de la comunidad. Figúrate que tuvieses un fajín que te avisase de cuándo llegan las vacaciones o es el momento de podar tus plantas. A nosotras, la faja-calendario nos ha parecido como la primera App antes del móvil.
De cualquier manera, los taquileños nos parecen unos artesanos de lo más lalanaluneros. Crean entre todos cinturones, gorros, bolsos, mantas y ponchos con sus características figuras, bandas y listas. Los colores tradicionales son el rojo, el negro, el verde, el azul, el marrón, el plomo y el blanco adornados con pompones de tonos alegres. Aunque con el tiempo y para vender sus creaciones, han ampliado la gama cromática gracias a las fibras sintéticas y a las anilinas. Para esta comunidad la comercialización de prendas les ayuda en su desarrollo económico y, sobre todo, a continuar con la tradición textil de la isla.
En 2005, Taquile y su arte textil fueron proclamados «Obras Maestras del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad” por la UNESCO. Por este motivo, la isla recibe más de 40.000 turistas al año. Si tú también sientes curiosidad y quieres ir de visita para asistir a su escuela especializada en artesanía local, prepárate. En la isla no hay luz ni agua corriente, ni coches, ni hoteles ni mucho menos internet. Por eso han desarrollado un modelo de turismo alternativo controlado por los taquileños. Suena como toda una aventura lalanalunera. ¿Te apuntarías a vivir así, creando prendas con toda la tradición del pasado? ¿Quién podría más tu móvil lleno de Apps o la faja-calendario? Anímate a contárnoslo.
El próximo sábado, hemos preparado dos actividades tremendamente lalanaluneras. Te queremos invitar a disfrutarlas. Si te gusta el punto y el ganchillo, no te las puedes perder.
Por la mañana, de 11 a 13h estaremos en el Centro Cívico Casa Sagnier (c/ Brusi, 61) con una cata de lanas de otoño / invierno.Podrás conocer las mejores fibras cálidas que serán tendencia esta temporada. Desde lana orgánica XXL mechada, pasando por camello bebé hasta la inconfundible y suave lana merino. Además, hablaremos de las mezclas de lana con algodón o lino, ideales para el entretiempo. Indicaremos los cuidados y labores indicadas para cada tipo de hilo. Esta actividad es gratuita, pero no te olvides de inscribirte aquí. Por la mañana, la tienda – taller estará cerrada.
Por la tarde, ya de vuelta en Lalanalú, nos encontrarás con las agujas en las manos. Únete al club de tejedores más divertido del barrio, el LalanaClub. Desde las 16 hasta las 20 h, trae tus labores, tus agujas y comparte tu amor por la lana. Podrás encontrar gente con tus mismas inquietudes tejeriles, charla y risas. Da igual que lo tuyo sea ganchillo, punto de media, punto tunecino, telar o bordado, disfrutarás haciendo lo que te dé la lana. También es una actividad gratuita y, en este caso, no requiere inscripción.
Por fin, se acerca el frío y ya hemos preparado la tienda – taller para la época preferida de todos los tejedores. Seguro que tú también lo sabes, toca adelantarse para poder tener a punto para estrenar todas esas prendas suaves y abrigadas: gorros, jerséis, guantes, mitones e incluso mantas. Pero vamos a lo que te interesa, al centro mismo de la cuestión lalanalunera. Queremos presentarte los nuevos hilos de otoño – invierno. Hemos recibido ovillos y madejas para todo tipo gustos, en numerosos colores y con las texturas que prefieres.
Empezamos por una de nuestras debilidades: la portuguesa Rosários 4. Tenemos tres calidades de lanas en diferentes grosores y torsiones. Lalalã es una lana biológica mechada, no solo su nombre es precioso. Es puro amor a la lana. Viene en ovillos de 200 g y es indicada para tejer con aguja y ganchillo de 25 mm y también con los brazos. Podrás realizar preciosos y cálidos cuellos, mantas, cojines o chalecos. Y seguimos… Tradição, lana 100% en ovillos de 100g. Es un hilo fácil de tejer, no se abre mucho debido a su torsión, que aporta textura a la labor. Es genial para tejer prendas y complementos con agujas entre 6 y 8 mm. Otra novedad muy destacada de esta misma casa es Camwool, mezcla de lana merino con camello bebé. Tiene un hilo de grosor fingering muy cálido, disponible en colores sólidos. Su textura es muy suave y agradable, es ideal para tejer todo tipo de labores para adultos y también para bebes a partir de 3 meses.
Esta temporada también estamos de estreno. Te animamos a descubrir la marca Kremke Soul Wool con la suavisíma Kremke alpaka bouclé, 89% alpaca y 11% poliamida. A pesar de ser un hilo fino, se puede tejer con agujas de 4.5 mm ya que los bouclés crean una textura muy esponjosa y suave. La alpaca es de las fibras más cálidas y ligeras que existen. Resulta un hilo perfecto para realizar jerséis, bufandas, cuellos y chaquetas a punto de media.
Por último y no menos lalanalunero, hemos repuesto el stock de las lanas gorditas Bulky Light y Milenium Print y hemos incluido además nuevos colores. Son perfectas para proyectos de una tarde con sólo uno o dos ovillos, como gorros y cuellos. Si lo tuyo son los hilos más finos, esta temporada también disfrutarás con los nuevos colores sólidos de Sock & Roll o los prints largos de Zauberball Crazy.
Luego no digas que no te hemos avisado, es el momento de empezar a tejer porque se acerca el invierno. ¡Te esperamos en la tienda – taller y en la tienda online!
Érase una vez un graffitero muy lalanalunero que vivía en Minneapolis (EE UU). Después de pasar cuatro veces por el calabozo, cambió los botes de espray por las agujas y la tinta por los hilos. Se llama Eric Rieger, pero seguramente lo conoces por su tag HOT TEA, que significa literalmente «té caliente». Resulta curioso que esta bebida tan común en el mundo tejeril se haya convertido en su nombre artístico. Vamos a conocer mejor su historia. ¿Nos acompañas mientras tiramos del hilo?
Su abuela le enseñó a tejer cuando era pequeño. Como solo hablaba castellano, convirtieron el punto de media en un lenguaje para «charlar» al calor de una taza de té. Cuando ella murió, Eric tomó el relevo para crear letras en 3D y estructuras geométricas con hilos. Empezó a practicar el yarnbombing, jugando con las palabras hot tea, que colgaba por las calles en parques, puentes y mobiliario urbano de su ciudad. Cada acción se transformaba así en un momento para pensar y hablar con su abuela, como si estuviese tomando ese té que evocan sus obras.
Con el tiempo, su arte urbano ha evolucionado pero el mensaje se mantiene. HOT TEA utiliza los hilos para trazar líneas y conectar puntos hasta crear estructuras efímeras. Así crea figuras y planos geométricos, donde dibuja y escribe con stencil y espray. El hilo conductor de sus obras es la familia, un tejido de relaciones humanas que lo atraviesan todo. Las líneas, como las personas, se cruzan creando lazos y puntos de conexión. Para realizar sus instalaciones necesita unas cuantas horas, centenares de ovillos de colores, litros de pintura y mucha paciencia. Como le encanta viajar, sus coloridas obras pueden sorprenderte en cualquier lugar: cruzando una pasarela peatonal de Los Ángeles, en una playa de Hawai, en el puente de Williamsburg de Nueva York, en la Sydney Opera House de Australia, en museos como el de Philbrook o el San Diego Museum of Art y en centros comerciales como el Mall of America en Miami o el espacio Galeria Melissa Sao Paulo.
Nos encanta HOT TEA porque teje ese lenguaje universal, que no sabe de generaciones y siempre reivindicamos en Lalanalú. Nosotras, que más que milenials nos consideramos la quinta del perlé, sabemos que detrás de todo tejedor siempre hay una madre, una tía o una abuela. Ellas, como la abuela de HOT TEA, nos han pasado el relevo, las agujas y la pasión por la lana. Hagamos de cada punto, un té y de cada labor, un homenaje.
Molla Millsestá de gira por las ciudades más ganchilleras de Europa para promocionar su último libro, Virkkuri 4. Los puntos elegidos son Berlín, Berna, Baden Baden, Madrid, Oslo y ¡Barcelona! Estamos muy contentas de anunciar que muy pronto recibiremos a la reina del crochet contemporáneo en Lalanalú. Molla Mills aterrizará en nuestra tienda-taller el lunes, 9 de octubre, para impartir un workshop muy lalalanlunero.
En tres horas, la indiscutible reina del ganchillo más chic nos enseñará a tejer un portabotellas con puntos en forma de conos de helado. Es uno de los patrones de su ultimo libro de la serie «Virkkuri». Y, como el propio nombre de su autora: mola mil.
La inscripción incluye el patrón traducido al castellano. Así, con los conocimientos adquiridos en el taller, podrás tejer bolsos, estuches, maceteros y todo lo que te dé la lana. Ya están abiertas las inscripciones, así que apúntate pronto porque las plazas son limitadas. El workshop se impartirá en inglés, pero no te preocupes si tienes problemas para entender este idioma porque nosotras haremos de intérpretes.
Molla Mills tiene un estilo muy marcado y fácilmente identificable. Reconocerás sus diseños minimalistas en accesorios y objetos decorativos con efectos ópticos y motivos geométricos. ¡No hay Lalanalú que se resista! Si quieres conocer su obra antes de venir al taller, descubrirás que ha publicado cinco libros de ganchillo: la serie «Virkkuri». Sus volúmenes parten de las bases del ganchillo y explican patrones paso a paso de todos los niveles, algunos de ellos están dedicados a los hombres tejedores. El primer título publicado en castellano por la editorial Gustavo Gili fue Crochet moderno (Virkkuri 1).
En la tienda online encontrarás, además de la posibilidad de inscribirte en el curso, el libro Crochetterie (Virkkuri 3). Esta obra combina instrucciones básicas y proyectos ilustrados con fotografías paso a paso. Propone 31 patrones, de sus inconfundibles bolsos y alfombras con patrones de tapestry, zapatillas, cojines y muchas sorpresas más.
Para aprender a diseñar tus propios motivos y tejer piezas con letras y frases a lo Molla Mills, te recomendamosCrochet Sketchbook, un cuaderno pensado especialmente para crochetistas con lecciones y cuadrículas para que dejes volar tu imaginación y crees tus patrones lalanaluneros.
Seas de libros, cuadernos o de taller, descubrirás por qué Molla Mills ha llegado a ser la number one. ¡Anímate a lalanalunear con la reina del ganchillo moderno!
Es una oportunidad única para hablar con la reina del ganchillo contemporáneo, mostrarle vuestros progresos ganchilleros y hojear su último libro Crochetterie. También podéis traer vuestro ejemplar de Crochet Moderno para que os lo dedique. Si sois muy fans, daos un capricho lalanalunero y regalaos el Crochet Sketchbook. ¿Que os es imposible venir? Os podéis organizar con vuestro grupo tejeril o comprar el libro online antes del lunes.
Así recibiréis un ejemplar firmado. No es lo mismo, pero mola mil.
Empezamos el curso con un reto muy lalanalunero. Cada mes, vamos a tejer un patrón y a contaros todos los detalles punto por punto en el blog. Estrenamos la sección con un chal de ganchillo: el “Hotel of Bees» de A Spoonful of Yarn. Así que preparad la bolsa de labores. Nos vamos de viaje… a Normandía.
Hice una búsqueda en Ravelry para calentar agujas. En cuanto vi el patrón de «Hotel of Bees», no me pude resistir y lo compré. Fue lo que se llama amor a primera lana. Tenía todo lo que me gusta: mezcla de puntos, paleta de colores y un formato nuevo. Hasta ahora, siempre había tejido chales semicirculares o tipo granny terminados en pico. Así que el patrón suponía un reto en toda regla. Por cinco euritos, ¿Qué más se puede pedir? Pues una historia lalanalunera.
Resulta que diseño del chal está inspirado en el Hotel de Las Abejas, una mansión protagonista del libro La luz que no puedes ver de Anthony Doerr. Como introducción, Christina nos pone la miel en la boca con la historia del caserón. Las palabras parecen dar vida a los puntos y nos sumergen en la atmósfera del relato de tal manera que no sabes si ponerte a leer o a tejer:
(…) hace cinco siglos, fue la casa de un acaudalado corsario que decidió abandonar el saqueo de barcos para estudiar a las abejas que vivían en los pastos a las afueras de Saint-Malo; allí fue donde se dedicó a garabatear cuadernos de notas y a comer miel directamente del panal. Los escudos de los dinteles de las puertas aún conservan abejorros tallados en madera de roble, la fuente cubierta por la hiedra en el patio tiene la forma de una colmena. Los favoritos de Werner son los cinco descoloridos frescos que hay en el techo de las habitaciones más lujosas y en los que abejas del tamaño de niños pequeños flotan sobre un telón de fondo azul; zánganos enormes y perezosos y abejas obreras de alas diáfanas. Sobre una bañera hexagonal, una reina solitaria de casi tres metros se curva a lo largo del techo con ojos múltiples y abdomen dorado. [Fragmento del libro original, publicado por Suma.]
Pero no perdamos el punto. El patrón está en inglés, pero vale la pena hacer un pequeño esfuerzo. Por sólo 5 euros, en Raverly o en la tienda de Etsy de A Spoonful of Yarn, te puedes descargar tres archivos en formato PDF: una versión completa con gráficos; otra para imprimir que incluye el texto y fotografías que explican algunos puntos y, por último, un documento con fotografías paso a paso, links para acceder a vídeos y un FAQ (preguntas frecuentes). Yo solo utilicé la versión para imprimir. Las explicaciones de las piezas que conforman el chal son muy claras y sencillas. Al principio me costó un poco comprender la lógica del diseño. Pero luego pude seguirlo sin ningún problema.
Aunque el patrón original está diseñado en tres colores (amarillo, blanco y gris), preferí tejerlo en dos: gris claro y verde oliva. Elegí ovillos Selba de BC Garn por su composición, 50% lana y 50% algodón orgánicos. La mezcla es perfecta para prendas de entretiempo. Tengo que confesaros que me he enamorado de este hilo. Es muy amoroso, no se abre ni se engancha en la aguja y los puntos tejidos tienen mucha definición.
Los distintos puntos del chal recrean panales, abejas, alas y flores. Los motivos se despliegan por toda la prenda como miel sobre hojuelas. Hotel of Bees utiliza puntos bajos, altos y cadenetas trabajados en combinaciones, creando dos tipos de puntos con texturas y distintas secuencias. Cada sección recrea la decoración del hotel. Empieza por las alas tejidas a punto bajo y alto doble, continúa por su colmena de punto red, sigue con las abejas de punto garbanzo y termina con las flores en punto alto y cadeneta.
Como en mis diseños suelo utilizar los puntos de garbanzo y alto doble para crear texturas (o punto trenza como me gusta llamarlo), me sentí muy cómoda. Sólo hay disminuciones en un lateral para crear la forma de un triángulo rectángulo. La verdad es que no podía parar de tejer. El ganchillo iba solo y disfruté tejiendo a toda lana. Lo terminé en una semana.
Quiero que empiece el otoño ya para ponérmelo. Es un proyecto perfecto para estrenar la temporada y una gran inspiración literaria para viajar en el tiempo. Espero que te animes a tejerlo. Pero, cuidado, cuenta la fábula que a un panal de rica miel, las Lalanalús acudieron…. y dos mil chales tejieron….