Robledal de la Santa: tejer es sagrado
Se vienen cositas y por todo lo alto. Estamos muy, pero que muy, emocionadas. Por fin tenemos en Lalanalú las lanas teñidas a mano del Robledal de la Santa. Cada madeja es un sueño hecho realidad: Primero fue la granja, luego las cabras y, finalmente, llegaron los hilos… Es una historia como de película. Así que pon mucha atención que comienza la sesión:
"Yo tenía una granja en los campos de Navalmoral de la Mata en Cáceres, al norte de Extremadura..."
La historia de Robledal de la Santa no comienza tan lejos como en aquella película sino en un precioso pueblo de la provincia de Cáceres. Allí, en Navalmoral de la Mata, viven David y Jackson. Les acompañan una familia de cabras de Angora, perros, gatos y un caballo. Por eso, se definen como granjeros ante todo.
Si eres de ciudad, seguramente en algún momento habrás fantaseado con la idea de irte a vivir al campo, rodeada de animales. David y Jackson lo consiguieron. En 2014 dieron el paso, lo dejaron todo atrás para cambiar de estilo de vida y vivir en plena naturaleza cuidando de sus animales.
Se formaron y se dedicaron a viajar por Europa en busca de animales. Querían criar ganado para producir lana. Hasta que se enamoraron de las cabras de Angora. En 2015 recibieron la primera docena desde Francia. Con ellas empezó todo. El resto es historia: la de unos criadores de cabras enamorados del mundo del tejido. David también es tejedor. Así que cuando Jackson descubrió el proceso de teñido, ya no hubo vuelta atrás.
La idea inicial de David y Jackson era vender los vellones de sus cabras. Con el tiempo, empezaron a producir hilados con su mohair teñido a mano. Los bautizaron con el nombre del Robledal de la Santa porque viven rodeados de robles junto al cauce del arroyo de Santa María. Su ilusión es hacer crecer el rebaño poco a poco, mientras tiñen artesanalmente sus ovillos y madejas para ofrecer hilados de gran calidad. Y para hacer sostenible su proyecto decidieron ampliar su marca con otras fibras naturales.
En Lalanalú encontrarás Silky BFL, una mezcla de lana merina extrafina superwash y seda. La seda se adapta a la temperatura corporal y tiene una caída y un brillo muy característicos. La lana le aportará el peso, la delicadeza y la suavidad a tus proyectos. Los colores son espectaculares. Al ser de grosor fingering, Silky BFL es la mezcla perfecta para tejer chales con una sola madeja. Con tres, te tejes un jersey.
Te invitamos a catarla. Con cada madeja Silky BFL contribuyes a la crianza de una cuarentena de cabritas.
Y, si quieres un bonus track de esta historia de película, pásate por Lalanalú hoy mismo o por nuestra tienda online y descubre a esta maravillosa protagonista: Silky BFL.
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